31 de desembre 2006

Cuaderno One - Page 41

Siempre tuve cara de poker. Nada de lo que dijeran o hicieran conmigo, o con los demás, llegó nunca a mi cara. Me enteré de eso con 35 años, demasiado tarde para ser jugador profesional de poker, lástima. Eso tampoco llegó a mi cara.

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Mi padre decidió ser alguien, pero no salió de la mediocridad. Yo decidí ser mediocre y no moverme de ahí.

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Moha, mi compañero de celda, es magrebí. Delgado en extremo, sonríe siempre mostrando sus enormes dientes de caballo. Solo tiene unos cuantos distribuidos asimétricamente en ambas mandíbulas. No es mal compañero de celda. Los magrebies son temidos por agresivos y violentos, pero yo me llevo bien con Moha y no me molestan.

Por la noche, cuando me levanto a mear, le veo dormir. Me detengo un rato y le miro. Duerme placidamente. No duerme como un niño, duerme como un asesino, el asesino que es. En la placidez del sueño, los asesinos pueden confundirse con los niños.

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El suicidio debería ser gratis. ¿Quién va a controlar la población mundial dentro de cincuenta años? El suicidio.

Todos aquellos que no deseemos presenciar más de lo que ya hemos presenciado hasta ahora, podremos dejar paso a los que si quieran. La población mundial quedará regulada por un factor hasta ahora despreciado, ocultado y penalizado, dado que los demás habrán desaparecido fruto del avance de la medicina.

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La carnicera le puso los cuernos al carnicero. Él les pillo “in fraganti”. El pueblo es pequeño y la carnicería es conocida en toda la comarca por la calidad de sus productos. A estas alturas, todo el pueblo y toda la comarca, sabe lo que sucedió.

No hubo sangre, ni violencia, ni nada parecido. Acostumbrados a matar y descuartizar, conociendo bien el terreno, les dio palo o pensaron que desaparecido uno de los dos, los clientes no volverían, por temerse lo peor.

El carnicero y la carnicera no se han separado. Todo sigue igual que antes. Aparentemente él lo lleva bien, quizás la quiere mucho y la ha perdonado o quizás cree que no era una aventura, sino solo un acto de admiración de un cliente agradecido. A lo mejor también él tiene admiradoras. Da igual, la gente es cruel y siempre pensará que ella es una fresca y él un cornudo.

De todas formas, yo personalmente, voy a seguir haciendo ver que no se nada, sobretodo cuando me atiende él, cuchillo en mano.

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La última ventana de comunicación con la tierra se ha producido hace una hora. Estaba durmiendo. La emisión de datos estaba programada y veo en log que se ha realizado correctamente. La recepción ha sido también correcta. Tengo dos mensajes personales. Leo el primero, mi padre a muerto. Leo el segundo, mi madre también. La última ventana de comunicación fue hace once meses. Han muerto con seis meses de diferencia, pero me entero ahora, de golpe. Hacia mucho tiempo que no hablaba con mis padres, en cierta forma estuvieron siempre ahí, pero solo eso. Ahora ya no están ahí. Nunca pensé que volvería a la tierra, con lo cual nunca pensé que volvería a verlos. Se constata una decisión tomada con antelación. Borro los mensajes y sigo con mis cosas.

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Fui a los sitios más normales del mundo: la soledad, el aislamiento, la sala de cine, la oscuridad, el silencio… pero resultaron ser sitios extraños para la gente que me rodeaba y me miraron, para siempre, como un perro verde.

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Al domador de delfines se la tendría que caer la cara de vergüenza y al público se le tendría que ocurrir que quizás, el domador, los delfines, la piscina y el show, son su sardina después de una obediente jornada laboral. Me temo que todo esto sucederá en otro mundo o en una época que ya no viviré.

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Carlos tenía la polla más grande que nunca he visto. Éramos unos crios y el paso del tiempo todo lo cambia, pero sigo pensando que tenía la mayor polla que nunca he visto. Jugamos con la suya y con la mía en diversas ocasiones. No he vuelto a ver a Carlos desde que dejé la escuela, pero ahora tengo claro que Carlos era gay y yo solo jugaba.

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El astronauta soviético salió de la tierra y en unas horas perdió el control de la nave. Perdió el control de la nave y de los ordenadores de abordo. Ésta se alejaba irremediablemente de la tierra. Perdidas todas las esperanzas, contactó con control de tierra y estos a su vez dieron la noticia a su mujer, para que se despidiesen. Fue la primera ocasión en la historia de la humanidad que alguien habló con un muerto en vida. Fue la primera ocasión también en que alguien vería por primera vez cosas que nunca antes habían sido vistas por el ojo humano. Alguien seria un Nexus 6. La realidad superaba una vez más a la ficción.

Pasados unos días el astronauta soviético recuperó el control de la nave y puso rumbo a la tierra. Control terrestre informó a su mujer. Todo lo que podía haber sido ya no sería. Las segundas oportunidades existían incluso para los muertos. La religión era el opio del pueblo pero, Dios quizás existía.

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En la trayectoria de entrada en la tierra, el astronauta soviético, volvió a perder el control de la nave y colisionó contra la tierra. No hubo supervivientes. Las segundas oportunidades no existen, son solo un espejismo. Dios no existe.

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Un domador ha sido devorado por los leones. Según comenta la noticia, una muerte atroz. No me lo parece. Una muerte atroz es acabar con tu cuerpo destrozado y esparcido por el asfalto o por un campo de minas. Quizás los leones le odiaban, quizás solo tenían hambre o quizás se hartaron de hacer el numerito. Vaya, que por una u otra cosa, le odiaban.